El entrenamiento funcional (functional training) por definición es aquel entrenamiento dirigido a conseguir un objetivo concreto. Se trata de realizar ejercicios basados en movimientos de la vida cotidiana para aplicarlos a las distintas disciplinas deportivas, el día a día, procesos de rehabilitación y al ámbito laboral. Se diferencia del entrenamiento convencional en que se basa en el trabajo de la fuerza funcional, es decir, que involucra a todo el cuerpo, y no solo a un grupo de músculos. Además, con él se realiza mayor actividad con movimientos más complejos.
Pero, ¿cómo surge este tipo de entrenamiento? Hace años que está de moda el término y muchos famosos se han puesto en manos de expertos para probar esta nueva técnica. El entrenamiento funcional surge de los ejercicios de rehabilitación que emplean médicos y fisioterapeutas basados en los movimientos que el paciente necesita para realizar de nuevo en su vida diaria. Por ejemplo, un médico enseñará a un repartidor cómo levantar peso sin dañarse la espalda con ejercicios que utilizan el tren superior, tren inferior y core.
Objetivos del entrenamiento funcional:
- Prevención de lesiones, ya que se trabajan los movimientos que se realizan en la vida diaria.
- Estabilización y potenciación del cuerpo
- Trabajar todos los músculos para aumentar la fuerza, la flexibilidad y conseguir una correcta postura corporal.
Beneficios del entrenamiento funcional:
- Mejora la movilidad general, es decir, la de las articulaciones y los músculos, ya que se trabaja todo el cuerpo a la vez.
- Favorece la eliminación de grasa porque se realizan movimientos que gastan más energía.
- Fortalece principalmente la zona media del cuerpo, el core (abdominales y zona lumbar, principalmente) y, por tanto, se consigue una buena postural corporal.
- Mejora la coordinación, agilidad y equilibrio ya que trabaja músculos secundarios que no se ejercitan con otro tipo de entrenamiento.
Una de las ventajas del entrenamiento funcional es que es apto para todas las personas, ya que cada una puede aplicarlo al ámbito que desee.
¿Qué materiales se utilizan?
Es un aparato que surge de la partición de una pelota gigante. Tiene dos lados: uno esférico y otro plano. Con él se pueden realizar multitud de ejercicios de equilibrio y rehabilitación.
es un disco de forma circular también empleado para mejorar el equilibrio. Al apoyarse sobre él, genera inestabilidad lo que hace que se fortalezcan las extremidades.
Similares son las balance islands (islas de equilibrio), aunque algo más pequeñas.
La fisioterapeuta suiza Susan Klein fue la primera en utilizar estos aparatos en rehabilitación con adultos. La pelota ofrece una base inestable para activar varios grupos de músculos a la vez, por lo que es necesario estar concentrado en el equilibrio mientras se realiza el ejercicio.
Este trampolín permite que a través de los saltos en el entrenamiento haya un aumento en el sistema cardiovascular y con ello mejorar la potencia, el equilibrio y una mayor quema de grasa.
Es un sistema de entrenamiento funcional que se practica con múltiples ejercicios mediante un sistema de cuerdas suspendidas de una barra, un árbol, una puerta o en el gimnasio. Permite realizar ejercicios multidimensionales, eficaces y seguros con el propio peso corporal y la fuerza de la gravedad para mejorar la flexibilidad y estabilidad del core.
Son pesas con forma de bola y un asa en la parte superior. Son originarias de Rusia, donde se empleaban en las balanzas. Hacia 1940 se convirtieron en deporte nacional y después se han hecho muy populares en Estados Unidos.
Podemos encontrarlas de diversos pesos, aunque todas tienen el mismo tamaño. Los entrenamientos con kettlebells aumentan la resistencia cardio-respiratoria, la fuerza funcional, la agilidad y el equilibrio.
También se emplean otros aparatos como barras paralelas, pilométricos (plataformas de salto), balones medicinales, bandas elásticas... Encuentra más información sobre estos accesorios para el entrenamiento funcional en nuestra web.